sábado, 1 de abril de 2023

Zdeněk Kouřím: Sobre el marxismo checo (fragmento) (1968)

Sobre el marxismo checo (fragmento)

Zdeněk Kouřím [*]




El libro que provocó extensos debates a los críticos y comentaristas fue el de Karel Kosík: Dialéctica de lo concreto (Praga, 1963), conocido en occidente sobre todo por la traducción italiana y después la española, [1] ofreció una muestra del proceso de fermentación entre la nueva generación (llegada a su "akmé") de los filósofos checos. La "nuova scienza", reclamada por Ortega, [2] ha hecho irrupción dentro del sistema que estuvo a punto de faltar a su misión. Los marxistas se hicieron la pregunta: el socialismo, ¿para quién? 

Una respuesta analítica fue dada por un volumen colectivo, publicado en 1966 bajo la dirección de Radovan Richta y titulado La civilización en la encrucijada. Sus autores se enfrentaron ahí con rigor a toda la complejidad de la revolución científico-técnica para llegar a conclusiones de alcance muy significativo: el progreso científico y técnico está estrechamente ligado con el desarrollo de la condición humana; se trata de un fenómeno universal y sus rasgos negativos se manifiestan en ambos sistemas, capitalista y socialista; hay que liberarse de esquemas vetustos y combatir las consecuencias nefastas de la tecnificación de la vida no con ayuda de grandes palabras, sino por medios adecuados y modernos: hay que crear la ciencia del hombre. [3]

Ni Kosík ni Richta han cesado de reflexionar sobre esta problemática capital de la existencia humana. El primero explica en la conferencia titulada "Crisis del hombre contemporáneo y socialismo" el sustrato ontológico de lo que se ha llamado la "primavera checoslovaca".

Kosík piensa que se trata de una crisis reveladora, que sus particularidades históricas (nacionales) no deben ocultar el origen y la base comunes a toda la sociedad desarrollada. Según él, el stalinismo (del que sus compatriotas han procurado desembarazarse) como "sistema policíaco-burocrático para gobernar y dominar, está fundado sobre una idea de manipulación general de los hombres y de las cosas, del hombre y de la naturaleza, de las ideas, de los sentimientos, de los vivos y de los muertos. El fundamento y el punto de partida oculto está constituido por una determinada concepción del hombre y del mundo, de las cosas y de la realidad, de la historia y de la naturaleza, de la verdad y del tiempo-concepción en la mayor parte no consciente". [4]

En la época actual este fundamento está en crisis y la tentativa checoslovaca fue la de buscar una "alternativa liberadora" para sobrepasar y eliminar la manipulación generalizada vigente tanto en su manera "stalinista-burocrática" como en la "capitalista-democrática". En consecuencia, en ningún momento se trataba en Checoslovaquia de una posible restauración del capitalismo.

Para Kosík, al lado de las diferencias socioeconómicas esenciales entre las sociedades del "stalinismo reformado" y de la affluent society, es necesario ver que hay en ambas sociedades el elemento común cuyo papel no es menos esencial, el de la "falsa conciencia y de la manipulación del hombre". Tal sistema lo caracterizan sobre todo "la capacidad descendente y decadente de distinguir entre la verdad y la mentira, el desinterés o el interés embrutecido por la diferenciación entre la verdad y la noverdad, entre el bien y el mal", es el reino de la indiferencia donde "todo pierde su valor y su sentido interior". Es una imagen torcida del mundo, hecha por la razón tecnificada que reduce los valores humanos a los objetos cifrables: el ser se transforma en lo siendo y el hombre en la unidad manipulable. 

La razón humana tecnificada toma la realidad como objeto, como ser dominable y explotable por medio de una previa división y clasificación. A pesar de todas las ilusiones, esa repartición sistemática acapara también a su mismo autor; sintiendo las consecuencias de tal hecho -frustración, náusea, absurdidad, enajenamiento, etcétera- el hombre se esfuerza por combatirlas, en lugar de investigar sus raíces. Relativiza el mundo y todos los valores y lógicamente llega hasta el nihilismo.

Para liberarnos, para descubrir la "razón dialéctica", hay que clarificar la "mistificación que identifica la razón técnica con la razón general o que absolutiza las pretensiones y vigencia de la razón técnica". En otras palabras: el pensamiento dialéctico debería recobrar plenamente su papel originario e intrínseco -su criticismo-, y dirigirnos más hacia la sapiencia que hacia el puro obrar con el pensamiento, orientarnos hacia el contenido de los fenómenos.

En la Checoslovaquia de ayer se perdió esta vía: la forma del Estado socialista había encubierto el "sentido histórico del socialismo" hasta que los crímenes fueron perpetrados en nombre del ideal socialista. A su significación interior se habían sustituido los signos exteriores del ´regimen, combinados con el pragmatismo y el utilitarismo. Se olvidó el "sentido liberador del socialismo como alternativa humanista y revolucionaria de la opresión, de la pobreza, de la explotación, de la injusticia, de la mentira, de la barbarie, de la guerra, de la humillación del hombre, de la representación de su dignifaf, de la no libertad, de la indiferencia, etcétera". Y Kosík añade que el socialismo "tiene que ser comprendido y definido siempre en relación con ese sentido liberador suyo". De este modo podemos juzgar y distinguir en cada momento histórico lo que es el socialismo, lo que le pertenece integralmente y lo que no hace sino parasitar sobre él. 

Los fines del proceso de democratización que se desarrolló en Checoslovaquia durante la primera mitad del año 1968 no se hallaron fuera de ese cuadro teórico. Resumiendo a Kosík, se trató de un ensayo para realizar una verdadera política socialista, del socialismo auténtico y consciente, es decir, transformar las masas "manipulables, irresponsables y anónimas en hombres que quieran ser ciudadanos libres y responsables". [5]



[*] N. del ed.: Texto escrito en diciembre de 1968 que sería publicado en la revista Crisis 1970. También sería incluido como capítulo III en el libro La dialéctica en cuestión, publicado en 1974. Este fragmento recoge las páginas 54 a 58 de este capítulo.

[1] Milán, Bompiani, 1965 y México, Grijalbo, 1967.

[2] "Como Galileo pudo en su hora anunciar la 'nuova scienza' que era la física -típica de la Edad Moderna- cabría anunciar a la antropología como la 'nuova scienza', el ejemplar y más riguroso saber del tiempo futuro". (J. Ortega y Gasset: Obras Completas, Madrid, 1961, t. II, pág. 629.)

[3] Hablé de este libro en mi conferencia "La visión marxista del año 2000", pronunciada en el IX Foro Juvenil, en el Castillo de San Servando (Toledo) el 4 de agosto de 1967. (Véanse página 25 y sigs.)

[4] N. del ed.: Todas las citas siguientes pertenecen a la mencionada conferencia de Kosík, que después publicaría en forma escrita y que está disponible en este blog.

[5] Kosík enumera los tres fundamentos de la democracia socialista tal como comenzó a constituirse en la "nueva" Checoslovaquia: 1) El frente nacional como alianza político-social de los obreros, paisanos, la inteligencia, la juventud y los empleados; como una alianza dinámica, presente en un diálogo político recíproco; en una tensión, enfrentamiento y cooperación, con la posibilidad de oposición y formulación de alternativas en la base socialista. 2) La democracia política con la libertad de prensa, de palabra, de agrupación y asociación; con la posibilidad y el hecho de la pluralidad política. 3) Los consejos obreros o consejos de productores como una institución de autogestión de los trabajadores que no son sólo los poseedores colectivos, sino también los gerentes del bien nacional (socializado)".