lunes, 22 de junio de 2020

Raya Dunayevskaya: Carta a Karel Kosík (1967) y Notas de lectura sobre Dialéctica de lo concreto (1976)



Carta a Karel Kosík (1967) y Notas de lectura sobre Dialéctica de lo concreto (1976)

Raya Dunayevskaya 


Raya Dunayevskaya conoció la figura de Karel Kosík a raíz de la colaboración de ambos en el volumen colectivo Humanismo Socialista. La lectura del artículo de Kosík, "El hombre y la filosofía", despertó su interés inmediato, como puede observarse en unas notas tomadas en 1965; y dos años después le escribiría una carta, en la que adjuntaría una copia de un borrador suyo, "El Absoluto de Hegel como Nuevo Comienzo", para pedir al filósofo checo comentarios sobre el mismo. Desconocemos si Kosík llegó a responder esa carta, aunque el estudioso Peter Hudis ha hablado posteriormente de un "breve contacto" entre los dos. En todo caso, Dunayevskaya seguió interesada en sus aportaciones, como lo demuestran sus Notas de lectura sobre Dialéctica de lo concreto, escritas en 1976, o una reseña sobre el libro publicada ese mismo año en la revista News and Letters. En un sentido parecido, Dunayevskaya se había referido igualmente a Kosík en su obra Filosofía y Revolución, de 1973. [*]


1. Carta a Karel Kosík (1967)

30 de enero, 1967

Querido camarada Kosík:

Desde que leí su artículo en Humanismo socialista he estado muy interesada en leer más de usted. Ahora estoy esperando Dialéctica de lo concreto; y de hecho he pedido a Philosophy and Phenomenological Research que anuncie su publicación en alemán.

Estoy segura de que está al tanto de que el marxismo no es el más popular de los temas en los Estados Unidos, y especialmente si resulta que se es, como yo, marxista-humanista. Además de esta dificultad, después recorres el estrecho y estúpido mundo académico, el cual mantiene a Hegel en la teología, mientras los pocos marxistas independientes tienen tanto miedo de los Absolutos de Hegel que también lo mantienen tan lejos como les es posible. Uno de los pocos académicos marxistas, Herbert Marcuse, que escribió el prefacio a mi Marxismo y libertad, llegado a este punto de la "ontología" de Hegel no tiene más que decir que Hegel retorna a los Absolutos de Aristóteles. Este no es mi punto de vista; yo creo que son precisamente esos últimos capítulos de FENOMENOLOGíA DEL ESPÍRITU y de CIENCIA DE LA LÓGICA lo que tenemos que comprender para nuestro tiempo. Es difícil trabajar en el vacío, y por eso me gustaría pedirle sus comentarios sobre el borrador del capítulo sobre "Los Absolutos de Hegel como Nuevo Comienzo". Los consideraría naturalmente "privados" pues son de hecho para esclarecimiento en una materia estrictamente filosófica cuando una hace divergencias radicales desde interpretaciones previas, y no para ninguna "política".

Espero oír de usted directamente o a través del cam. S            [1], a quien envío este capítulo de mi trabajo.

Fraternalmente suya,


2. Notas de lectura sobre Dialéctica de lo concreto (1976)

Consiste de 4 capítulos:

I. Dialéctica de la Totalidad Concreta
II. Economía y filosofía
III. Filosofía y economía
IV. Praxis y Totalidad

En el primer capítulo, KK se enfrenta al mundo de lo pseudo-concreto, la constante manipulación del hombre, donde expone brillantemente el abismo que separa la "praxis fetichizada del hombre, que no es idéntica a la praxis crítica-revolucionaria de la humanidad" (p. 2). Queda claro a través del capítulo que su análisis del mundo de lo pseudo-concreto es la articulación filosófica del ataque del mundo burocratizado en el que él está viviendo: Checoslovaquia. Cuando defiende la filosofía, está de hecho reintroduciendo la dialéctica como el eje revolucionario del marxismo, en su oposición al así llamado concreto, el fenómeno, lo inmediato. Insiste en que "el pensamiento es la dialéctica en sí misma" y la "filosofía es una actividad indispensable de la humanidad porque la esencia de las cosas, la estructura de la realidad, la cosa misma, el ser de la existencia, no se muestran directamente e inmediatamente" (p. 4). Debemos también tener en mente que esto fue publicado precisamente por el tiempo de la famosa conferencia de Franz Kafka, cuando el movimiento disidente al completo se identificaba con las obras de Kafka como la anticipación de los horrores del totalitarismo que ellos estaban viviendo en aquel momento.

Para agudizar la diferencia entre el análisis de la mercancía en el Capital de Marx y la cosa "simple" que la gente cree que es una mercancía, Kosík insiste, al discutir el fetichismo, que "una mercancía es una "realidad absoluta" para la sociedad capitalista porque es la unidad de todas las determinaciones, el germen de todas las contradicciones, y como tal puede ser caracterizado en términos hegelianos como la unidad del ser y del no-ser, de lo diferenciado y lo indiferenciado, de la identidad y la no-identidad." (p. 16).

"La dialéctica no es un método de reducción, sino un método de reproducción espiritual e intelectual de la sociedad, un método de desarrollo y explicación de los fenómenos sociales sobre la base de la actividad objetiva del hombre histórico" (p. 17).

Cuando KK muestra qué ocurre a las categorías filosóficas, está atacando de nuevo indirectamente la visión burocratizada del concepto dialéctico, totalidad concreta: ""la dialéctica de la totalidad concreta no es un método que aspirara ingenuamente a conocer todos los aspectos de la realidad exhaustivamente y presentar una imagen "total" de la realidad con todos sus infinitos aspectos y propiedades. La totalidad concreta no es un método para capturar y describir todos los aspectos, características, propiedades, relaciones y procesos de la realidad. Más ien es la teoría de la realidad como una totalidad concreta." (p. 19)

La esencia de este reexamen del concepto de totalidad concreta es realmente una manera de hacer más fuertes también los enfrentamientos filosóficos, pero en vez de mencionar a cualquier burócrata en Checoslovaquia como un pseudo-idealista menciona a Jaspers y se refiere a los debates entre Lukács y Jaspers en 1926.

* * *

Cap. II - Economía y Filosofía es difícilmente lo que se considera economía en un sentido riguroso. Es primero un ataque a las categorías existencialistas Heideggerianas, como la Cura. La vida cotidiana y la historia es de nuevo no estrictamente histórico, y pese a ello a menudo te encuentras una expresión que te lleva al hecho de que detrás de las abstracciones de este hombre debe haber un montón de pensamiento concreto. Por ejemplo, en la p. 48, dice "El mundo de la familiaridad cotidiana no es uno conocido y reconocido. Para presentarlo en su realidad, debe ser arrancado de la intimidad fetichizada y expuesto en brutalidad alienada. Experimentar la vida laborable de forma ingenua y acrítica, como si fuerea un ambiente natural, comparte un rasgo substancial con el nihilismo filosófico... Para contemplar la verdad de la cotidianidad alienada uno tiene que mantenerse a cierta distancia de ella."

El mismo tipo de acercamiento filosófico "puro" se mantiene cuando discute la metafísica de la Ciencia y la Razón, así como la metafísica de la cultura. En esta última sección, hay puntos concretos a los que puedes agarrarte, y resultan ser una muy excelente crítica de la discusión de Labriola y Plekhanov como "un acercamiento unilateral en un sentido ilustrado" (p. 61). Realmente muestra que ese tipo de acercamiento al arte y la cultura es el más vulgar de los materialismos. La esencia es una vez más lo enfatizado en "el marxismo no es materialismo mecánico que redujera la consciencia social, la filosofía y el arte a 'condiciones económicas' y cuya actividad analítica implicaría revelar el núcleo terrenal del artefacto espiritual... La conciencia no es reducida a condición; más bien la atención se enfoca en el proceso en el que un Sujeto concreto produce y reproduce una realidad social, mientras es históricamente producido y reproducido en  él mismo a la vez" (p. 69)
(Véase especialmente las pág. 76-77, donde la crítica de Plekhanov sobre el arte termina con : "Carece de la 'actividad sensorial humana' que no puede ser reducida a la 'psique' o al 'espíritu de los tiempos'").

Capítulo III, sobre Filosofía y Economía es
El capítulo más importante, de hecho, el crucial de todo el libro, tanto porque es un enfoque riguroso de una obra concreta -El Capital de Marx-, como porque la discusión sobre el Hombre más que sobre el trabajador resulta no ser aquello que Paul Piccone interpreta que es -una evasión de la lucha de clases. Primero, KK toma las muchas y variadas interpretaciones del texto de Marx y su así llamada popularización: "La historia de un texto es en cierto sentido la historia de sus interpretaciones: cada período y cada generaxión enfatiza diferentes aspectos de él... Y en relación revela diferentes significados del texto." (p. 94)

Y de nuevo: "La historia de las interpretaciones de El Capital de Marx muestra que cada interpretación encubre un particular concepto de la filosofía, de la ciencia y de la realidad, de la relación entre filosofía y economía, y demás, que forma tanto las expectativas de conceptos individuals como pensamientos y la construcción de una obra como totalidad." (p. 95)

Cuando KK se refiere al análisis fenomenológico de El Capital, declara que Lenin no había leído la FENOMENOLOGÍA, lo que es erróneo. Pero aquello que trata de decir es que no puedes "reducir" EL CAPITAL ni solo a una FENOMENOLOGÍA ni solo a una LÓGICA, mucho menos a una lectura literal de la expresión "abolir la filosofía"; la cuestión es, la lógica interna de EL CAPITAL mismo. "El desarrollo intelectual de un pensador o de un artista por lo tanto no puede ser investigado a partir de la relación irreflexiva de los hechos de su vida o a partir de un aproblemático 'comentario de sus trabajos u opiniones'" (p. 99)

Hay unas cuantas críticas a Marcuse, especialmente sobre la cuestión del hecho de que el Marxismo sea la transición a un campo nuevo y totalmente diferente, de la filosofía, es decir, a la "ciencia social." (Hay un muy gran elogio de HM, especialmente un artículo suyo sobre el concepto de trabajo, pero es significativamente de su período temprano, NEGACIONES, 1933.) Considera eso una "disolución". En la p. 104, hay un excelente análisis de la disolución del sistema de Hegel: "la investigación histórica ha correctamente señalado que la desintegración del sistema de Hegel no resultó en un vacío intelectual: el mismo término "desintegración" oculta y enmascara una riqueza de actividad filosófica que dio origen a las dos orientaciones filosóficas importantes del Marxismo y el Existencialismo. La deficiencia de estas observaciones radica en que consideran a Hegel la cumbre y la síntesis, comparada con la cual Marx y Kierkegaard necesariamente aparecen unilaterales..."

Nota 12, p. 128, se refiere atrás en el texto a la pág. 104, donde habla sobre la disolución de Marx. "En todos los casos, la sociología Marxista aparentemente tiene que ser complementada por una filosofía no-Marxista, por Kant, Darwin o Mach." KK así lo hace maravillosamente tanto sobre Marx Adler como sobre Karl Kautsy de la época de la IGM, y aunque no les reduzca tan bajo, sobre Horkheimer y sobre Marcuse de la época de la IIGM y la Escuela de Frankfurt.

KK también es excelente sobre reificación, y el intento de reducir la teoría de Marx como si fuera solamente una cuestión de lo social vs. lo individual. "En otras palabras, hay imágenes falsas, el hombre está encerrado en su socialidad. La Praxis que en la filosofía de Marx hizo posible tanto la objetivación como el pensamiento objetivo, y la apertura del hombre hacia el ser, se vuelve en subjetividad social y cerrazón: el hombre es una prisión de su socialidad (p. 106). KK insiste en que la subjetividad en la filosofía de Marx, lejos de ser algo tan mecánico o simplista como individual vs. social, es realmente un elemento revolucionario del Sujeto creando la historia.

Kosík entonces procede a la cuestión de la construcción de El Capital. (Es aquí, y no donde yo lo enuncié en primer lugar, que KK se refiere a que VIL no había conocido la FENOMENOLOGÍA, Nota 118, p. 129.)

(Otro opuesto real de lo que Piccone fuerza sobre el uso de Kosík de hombre más bien que trabajador aparece en p. 110, donde muestra la explotación resultante en-


El Capítulo final, sobre Praxis y Totalidad, desafortunadamente vuelve a las formas abstractas en que la mayoría de ello tiene que ser expresado, si bien tiene declaraciones muy puntiagudas tanto sobre la historia como sobre la libertad y la praxis: "Praxis es tanto la objetivación del Hombre y el dominio de la Naturaleza, como la realización de la libertad humana" (p. 139). Cuando KK dice que "en la historia el Hombre se realiza a sí mismo" (p. 145), está diciendo que incluso la libertad, una vez es hecha una abstracción, no tiene sentido, que puede solo significar libertad concreta a la manera en que Marx lo expresa en el MC, que la libertad del individuo es la base de la libertad de todos. "Solo cuando el hombre es incluido en el diseño de la realidad y cuando la realidad es captada como la totalidad de la naturaleza y la historia se habrán creado las condiciones para resolver el problema filosófico del hombre." (p. 152)



[*] La mayoría de los textos que aparecen en este encabezado puede encontrarse íntegramente on-line. "El hombre y la filosofía", escrito de Kosík de 1965, está disponible en este mismo blog, mientras que las notas que tomara Raya Dunayevskaya sobre este y otros textos presentes en Humanismo Socialista pueden verse en la Raya Dunayevskaya Collection. Del mismo modo su carta a Kosík, escrita dos años después, se encuentra en la misma página, y sus Notas de lectura sobre Dialéctica de lo concreto, de 1976, también. Un abstract de la aportación de Peter Hudis sobre la relación Kosík-Dunayevskaya puede encontrarse Karel Kosík and the Dialectics of the Concrete, página dedicada al ciclo de conferencias del mismo nombre realizado en 2014. Por último, la reseña publicada por Dunayevskaya sobre Dialéctica de lo concreto se encuentra en News and Letters, y su libro Filosofía y Revolución, entre otros, está en Praxis Latinoamericana.

Agradezco a la Raya Dunayevskaya Memorial Fund su ayuda y su permiso para traducir y publicar todos estos materiales.

[1] El nombre aparece borrado en el documento. Sin embargo, es posible suponer que Dunayevskaya se refiere al filósofo checo Ivan Sviták.

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