Tetraktys (1969, 1983, 1993)
Karel Kosík [*]
Cuando los poderosos, tras la Segunda Guerra Mundial, partieron en dos el viejo continente y aquel todo indivisible se desintegró en dos campos enemigos llamados <Oeste y Este> [a], parecía que el destino de Europa Central, ese corazón sensible de la humanidad, estaba sellado para siempre. Europa Central debía, a partir de entonces, considerarse solo en los cálculos <de los expertos militares> [b] como un campo de batalla potencial y una zona de almacenamiento de armamento. [1]
No fue así. Pronto se reconoció que los centroeuropeos como Kafka, <Broch> [c], Musil, Freud y Mahler anticiparon en sus obras los destinos y los trastornos de toda Europa, y el mundo experimentó con retraso las angustias y confusiones sobre las que ellos habían alertado. Pero este descubrimiento de Europa Central como uno de los centros espirituales del continente llega ya <tarde> [d], sólo como una <comprobación> [e] histórica. La era de esos nombres famosos, a los que podríamos añadir otros, termina con la Segunda Guerra Mundial.
La pregunta es, por lo tanto: <¿hubo en Europa Central, tras la Segunda Guerra Mundial, sucesores de esta gran generación de austriacos, checos, húngaros y judíos que vieron antes y más profundamente que el resto del mundo y, así, previeron?> [f]
Desde esta perspectiva veo la “Ciudad de Dios” de Tatarka. El modelo cartesiano, que dividió la realidad en sujeto y objeto, convirtió la naturaleza en objeto de explotación y redujo el mundo a un funcional <y en constante perfeccionamiento sistema de necesidades> [g], este modelo, que <se ha arraigado tan profundamente en las representaciones y acciones que está llevando a cabo la humanidad> [h], no sólo a un lado y a otro, sino también a través de la lucha ciega de ambos lados [i], este modelo es la causa fundamental de la crisis generalizada. Si la humanidad ha de salvarse, tiene que dar un giro. <No un giro que transforme el mundo de forma que lo reduzca a un sistema, sino un giro liberador que salve la multidimensionalidad del mundo.> [j]
Quizás la visión de Tatarka se inspira en las mismas fuentes que la música de Janáček o la obra tardía de Emil Filla: en algún lugar en lo más profundo del ser humano y de la humanidad <y así también de Moravia del sur y de Eslovaquia> [k], se esconde la idea vivificante de la lucha y la redención, del culto y la celebración, de la temporalidad del ser humano y la eternidad de sus buenas obras, del narrador que con sus historias supera la soledad de los hombres y la vejez del mundo, sobre uno de los artífices de la comunión entre los <hombres> [l] y los dioses, la tierra y la luminaridad, es decir, aquello <que para los griegos, cuando hablaban de música, tenía la denominación de TETRAKYS [3] y que quizás la humanidad, cuando lleve a cabo el giro liberador, nombre con la palabra> [m]: mundo. [4]
[*] Texto escrito según parece, originalmente, en marzo de 1969. En la nota editorial de la versión publicada en la antología de textos Století Markéty Sámsove, de 1993, que es la que se considera definitiva y se traduce aquí, Kosík comenta que “el texto fue posteriormente usado como mensaje de felicitación por el aniversario de Dominik Tatarka” y publicado en 1983 en distintos medios. Existirían, por lo tanto, tres textos: el de 1969, 1983 y 1993. El primero se perdió. Las variaciones del texto definitivo de 1993 respecto de la edición de 1983 se citan con letras minúsculas dentro de corchetes y se enmarcan de la siguiente manera: con “<...>” cuando se produzca un cambio; con “><” cuando haya algún añadido. Las notas siguientes, de la [1] a la [4], son de los editores del texto checo, en Krize moderní doby. Články, projevy a rozhovory o československém roce 1968 a střední Evropě. Praha. Akademie věd České republiky. 2024. Págs. 265-6 y 434-5. La traducción al castellano es de Gerard Marín Plana.
*
[1] Kosík indica aquí la degradación de Europa Central como zona de almacenamiento de armamento, que anteriormente era una zona histórica –y al mismo tiempo un espacio de disputa sobre el significado de qué quería decir esta zona, no en el sentido de interpretación (del texto), sino de comprensión (de la realidad)–. Véase el texto de Kosik “Qué es Europa Central”.
[2] En este punto, Kosík se refiere al concepto de Dominík Tatarka en el marco del cual el escritor eslovaco intentó definir una colectividad compartida. La formuló tanto para la comunidad -nacional- en general como, más tarde, para la solidaridad de los hombres con objetivos y principios éticos compartidos (signatarios de la Carta 77).
[3] Tetraktys, del griego antiguo Τετρακτύς, o “grupo de cuatro”. La expresión está relacionada con la suma de los números del uno al cuatro, que es igual a diez. Los cuatro primeros números, por lo tanto, formaron la base del sistema decimal en que contaban los griegos antiguos, su forma simbólica (geométrica) es un triángulo equilátero –que representa el llamado número triangular–. Este es un concepto clave de la cosmología pitagórica que expresa la armonía universal. Al mismo tiempo es un concepto central de la ontología y epistemología pitagóricas. Con la ayuda de este concepto, la estructura de la realidad se entiende como una armonía basada en las relaciones entre las cosas. Y el conocimiento rae entonces en la armonía entre el conocedor (alma) y lo conocido (la estructura de la realidad).
[4] Aunque el término “TETRAKTYS” tiene sus orígenes en el antiguo pitagorismo (véase la nota anterior), Kosík no lo interpreta como un principio cosmológico de armonía universal. Entiende este concepto en una alusión obvia al “Ge-Viert” de Heidegger (Cuaternidad, cuatro-unidos). Para Kosík, denota una unión o mundo, más caracterizado como una unión de “hombres y dioses, tierra y luminaridad”. Ergo, el mundo se caracteriza por su multidimensionalidad; no se puede, por ejemplo, aplanar en hombre o terrenal, de otro modo el mundo se reduciría a un mero sistema funcional. Para Heidegger, “Ge-Viert” es una designación de dimensiones interpretantes que conectan los polos: tierra y cielo, humano y divino. Ge-Viert establece una sociedad o unión, por ejemplo a través de cosas ordinarias. El ejemplo de Heidegger es una jarra, que no podemos considerar como un mero valor de cambio, ni como un valor de uso, porque la jarra no sirve sólo para contener o verter agua o vino. Concentra en sí misma el cielo (luminaridad), irradia luz solar y riega con agua el suelo de la tierra, de la cual crece la viña en primavera; de ella los hombres (mortales) producen vino y en ocasiones especiales (lo divino) acoge a amigos para celebrar un momento excepcional con ellos, por ejemplo, en una reunión después de mucho tiempo. Heidegger escribe: “La cosa hace permanecer a los Cuatro unidos” y los hace participar en la fundación del mundo. Véase el texto de Heidegger “La Cosa”.
*
[a] La versión de 1983 indica: Este y Oeste.
[b] La versión de 1983 dice: generales.
[c] La versión de 1983 indica: Brod.
[d] La versión de 1983 dice: con retraso.
[e] La versión de 1983 dice: constatación.
[f] La versión de 1983 dice: ¿demostró Europa Central su poder y robustez espirituales incluso después de la Segunda Guerra Mundial, y los demostró con acciones? ¿Tiene dignos sucesores esa gran generación de checos, austriacos, alemanes, húngaros y judíos, que lo previeron y anticiparon?
[g] La versión de 1983 dice: sistema de necesidades y fabricación.
[h] La versión de 1983 dice: se ha convertido en una segunda naturaleza para la gente, y, por lo tanto, se está realizando.
[i] La versión de 1983 también incluye: o todas las caras.
[j] La versión de 1983 dice: No un giro que haga una sustitución en la transformación del mundo, y lo lleve a cabo como una reducción del mundo a un sistema, sino un giro liberador que salve el mundo como multidimensionalidad, como libertad en progreso.
[k] La versión de 1983 dice: existente en Europa Central todavía en Moravia y Eslovaquia.
[l] La versión de 1983 indica: mortales.
[m] La versión de 1983 dice: eso que los griegos, cuando hablaban de música, llamaban TETRAKTYS, eso para lo que la humanidad debería, cuando lleve a cabo el giro liberador, tener un nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario