La naturaleza irremplazable de la cultura nacional (1967)
Karel Kosík [*]
En las discusiones sobre la cultura compartimos la ilusión de los renovadores, pero nos falta la amplitud y profundidad de su punto de vista. Por esta razón, es prematuro agitar la mano sobre el "renacimiento" como un episodio rechazable. Aún hoy en día vivimos en sus ingenuidades e ilusiones, y vivimos en ellas incluso cuando, deliberadamente o por ignorancia, rompemos los vínculos con el siglo XIX. Renovadora es, sobre todo, la ilusión con respecto a la omnipotencia de la cultura. El utopismo cultural se consuela con la fantasía de que la cultura puede influirlo y resolverlo todo, aunque la sobria experiencia plantea que la cultura puede resolver poco e influir a pocos. Mucho más notable es la impotencia de la cultura, porque nunca ha logrado humanizar al poder y esclarecer a los gobernantes ni penetrar en las relaciones humanas prácticas cotidianas para que el hombre pueda "habitar poéticamente la tierra". ¿O es este "poco" que la cultura resuelve, estos "pocos" a los que puede influir, tan importante que su sentido no puede ser determinado por indicadores cuantitativos, y este "poco" y estos "pocos" pueden serlo todo para el hombre? La cultura es insustituible e irremplazable. Sin embargo, si nada puede tomar su lugar, ¿puede, ella misma, sustituir algo y actuar en una función representativa? Los renovadores se vieron obligados a imponer sobre la cultura la carga de la representación: las cuestiones fundamentales de la existencia humana, que "normalmente" se asignan a diferentes áreas de la vida social –política, asuntos públicos, esfuerzo personal–, tuvieron que ser asumidas por la cultura, porque era la única que en la sociedad checa del siglo XIX logró estar a la altura de su tiempo. Afortunadas, desde luego, son aquellas naciones que han experimentado en su historia momentos de armonía, en los cuales la gran cultura corresponde a la gran política y la verdad de la vida individual a la grandeza de la vida social. Como no existe tal armonía en tiempo del renacimiento, la cultura de alguna manera suple la misión de estas áreas, y enmascara así, en cierta medida, su miseria e inferioridad.
Nos estamos quedando por detrás de los renovadores, que pensaron sobre la cultura en relación al s e n t i d o de la existencia nacional. Para nosotros, la “cuestión checa” ya no existe. Al separar nuestras consideraciones sobre la cultura de la reflexión de la “filosofía de la historia checa”, hemos r e n u n c i a d o a la justificación más elemental para la cultura y a su papel privilegiado en la vida nacional. No importa cuán contradictorias fueran las opiniones de la “gran discusión”, con respecto a un punto no hubo discrepancias por parte de Palacky y Frič, Nejedlý y Masaryk, Konrad y Pekár. Todos ellos respetaron el hecho elemental que puede expresarse en la terminología moderna del siguiente modo: una nación que no ha pensado sobre cómo producir y tener bombas atómicas o cómo competir por la primacía mundial en la producción de petróleo, debe justificar su existencia y sentido de forma que se corresponda con su realidad. František Červinka se refirió hace no mucho a la electrizante declaración de H. G. Schauer a finales de siglo y su provocativa pregunta: "¿Tiene algún sentido nuestra existencia nacional?" Realmente, ¿qué somos y qué podemos llegar a ser? ¿Existimos en Europa Central como una nación diligente, obediente y trabajadora o nos atrevemos a aspirar a algo más? ¿Quién va a definir los límites y a justificar el contenido de nuestro valor si pensar en la cuestión checa pertenece ya al pasado?
[*] Texto aparecido originalmente como "Nezastupitelnost národní kultury" en Literárný noviny, Nº 25, el 24 de junio de 1967. Formaba parte de un conjunto de consideraciones de diferentes miembros del consejo editorial de la revista sobre arte, cultura y sociedad.
La presente traducción, de Gerard Marín Plana, coteja el original con la versión en castellano de Carlos F. Lincopi Bruch para la revista Marxismo & Revolución, realizada a su vez a partir de la versión en inglés de Julianne Clark aparecida en la antología de textos de Kosík editada por James H. Satterwhite The Crisis of Modernity. Essays and observations from the 1968 era. Maryland, Rowman & Littlefield Publishers, Inc. 1995. Págs. 101-102.
La presente traducción, de Gerard Marín Plana, coteja el original con la versión en castellano de Carlos F. Lincopi Bruch para la revista Marxismo & Revolución, realizada a su vez a partir de la versión en inglés de Julianne Clark aparecida en la antología de textos de Kosík editada por James H. Satterwhite The Crisis of Modernity. Essays and observations from the 1968 era. Maryland, Rowman & Littlefield Publishers, Inc. 1995. Págs. 101-102.
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