sábado, 13 de febrero de 2021

Gramsci sobre la cultura (1959)



Gramsci sobre la cultura (1959)

Karel Kosík [*]

Hay tres tipos de libros: uno que el lector compra y guarda en la biblioteca, lo tiene constantemente a la vista, pero le pasa inadvertido, conoce su título, pero su contenido le es ajeno; otros que son, literalmente, devorados, sujeto el lector a su encanto, intriga e interés, de los que no se separa hasta haber experimentado todas las aventuras de sus héroes, y que durante mucho tiempo, a veces durante el resto de su vida, viven en su memoria como un recuerdo agradable y cálido; pero sólo una pequeña, minúscula porción de los libros se convierte en destino del hombre: algo a lo que está cada vez más ligado; algo con lo que tiene que pelear y combatir; algo que se convierte en parte de su vida, pensar y sentir. La obra de Gramsci pertenece a este último grupo. La selección de sus escritos (Antonio Gramsci: Cuadernos de la cárcel) no es una lectura fácil. Una gran parte, incluso predominante, del legado literario de Gramsci, del que hasta ahora se han publicado diez volúmenes en italiano, no estaba destinada a la impresión. Está compuesta por registros de lectura crítica y reflexiva, de notas y estudios, que Gramsci escribió en un calabozo fascista. No son tratados coherentes, sino fragmentos. ¡Pero qué admirable unidad y sistematicidad hay en esta fragmentariedad!

Gramsci considera la lectura de la literatura idealista, burguesa y, en sus condiciones, también fascista, como una lucha con el adversario, en la que su propia superioridad no se prueba por la fuerza y un montón de clichés o seguridades tautológicas, sino por el pensamiento creativo, que da una perfecta solución y, al mismo tiempo, plantea nuevos problemas. Gramsci es un dialéctico. Y la dialéctica, como es sabido, es hija del diablo: no solo vence al adversario, sino que obliga, al mismo tiempo, a demostrar la verdad y el progreso de su valioso servicio incluso en la última campaña. Para Gramsci, los autores idealistas y burgueses son personal técnico que  e s t i m u l a  al teórico marxista a desarrollar sus propias ideas y a resolver sus propios problemas. La prensa burguesa italiana se pregunta por qué los lectores no aman la literatura nacional y prefieren los libros de aventuras extranjeros. A partir de este estímulo aparentemente secundario, Gramsci es capaz de formular los problemas fundamentales que presenta a los marxistas para resolverlo: aquello que es interesante en la literatura, las causas de la gran popularidad de la literatura detectivesca, de aventuras, fantástica y utópica entre el lector popular de la sociedad capitalista, qué relación hay entre el taylorismo y la disciplina férrea que mantiene a la mayor parte de la humanidad bajo el capitalismo, y las fantasías y los sueños en los que la humanidad trata de escapar de este orden de relaciones. 

Gramsci desarrolla un nuevo concepto de cultura. Las corrientes literarias, las vanguardias artísticas y las escuelas filosóficas juegan un papel importante en la historia, pero en sí mismas afectan sólo a una pequeña parte de la humanidad y no pueden crear una nueva civilización o cultura que convulsione a  t o d a  la nación. En la lucha contra el catolicismo y la religión como fuerzas que han subyugado al hombre en su  t o t a l i d a d, no sólo su intelecto, sino también sus sentimientos, representaciones y actos, sólo puede vencer una  n u e v a  cultura que cree un nuevo hombre. Después de la antigüedad y el Renacimiento, el comunismo es la cultura moderna de la humanidad en el siglo XX. Una consecuencia necesaria de esta concepción es el requisito de que la teoría y la crítica de la literatura, el cine, las bellas artes, etc., se basen en la base más profunda y amplia, que es la teoría y la crítica de la cultura. 

Gramsci es un pensador de gran fuerza y profundidad. La publicación de sus otras obras en checo será, por tanto, una petición natural de todos los lectores que se familiaricen con la selección de sus ideas sobre cultura. 

ka


[*] Texto publicado originalmente en checo como "Gramsci o kultuře" en la revista Literární Noviny, año 8, número 31, página 5 (1 de agosto de 1959). Disponible on-line aquí. La traducción al castellano es de Gerard Marín Plana. Se trata de una reseña de la publicación en checo, el mismo año, de una pequeña selección de los Cuadernos de la cárcel, de Gramsci. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario