miércoles, 24 de julio de 2019

Estado y perspectivas de nuestro arte (1964)



Estado y perspectivas de nuestro arte (1964)

Karel Kosík [*]


En todas las áreas de nuestras vidas, después del XX Congreso del PCUS, se desarrolló una lucha contra el pensamiento dogmático. Nuestra cultura también ha vivido durante varios años esta lucha y -como ya se ha dicho- ha tenido éxitos innegables. Pero, ¿no es un concepto de actividad cultural demasiado estrecho, esta lucha es sólo contra y no también por, es decir, por algún fin?

Karel Kosík: Podría responder haciendo una declaración general de que cada fin positivo se persigue en la lucha contra lo negativo, y que cada esfuerzo crítico se basa en nociones claras o vagas de valores positivos. Y en el plano más general, ciertamente se podría formular la idea de la dialéctica de lo negativo y lo positivo, de lo crítico y lo que se afirma. Pero un proceso histórico particular no puede vincularse a lecciones generales, y opiniones y frases no contribuyen en absoluto a su comprensión.

La cultura se basa en obras, vive en obras y pervive en obras. Lo opuesto a la cultura es el nihilismo como actitud de vida basada en la nada y la devastación. La esencia del nihilismo consiste en "el bestial desprecio por todo aquello que es noble y verdadero." El nihilismo destruye a las personas, rompe su columna vertebral, infecta la moralidad y desprecia el pensamiento, pero ante todo degrada, vacía y hace fútil todo lo humano y positivo. El nihilismo creó también una visión común de crítica como negación pura y como un factor con tres instrumentos a su disposición: hacha, incienso y cenizas. Pero no olvidemos, en todo caso, que este esquema falaz es inapropiado para críticos verdaderos como Erasmo de Rotterdam, Voltaire, Rousseau, Heine, Marx o, en nuestra sociedad [checa] del siglo XIX, Mácha y Havlíček.

La esencia fútil del nihilismo es particularmente evidente en el caso de Mácha. La crítica nihilista condenó [su poema] Mayo como negación y nihilismo y al mismo tiempo demandaba "grandes obras". Se le escapó por completo que Mayo es esa obra, y que en el "desprecio" a Mácha se manifiesta el nihilismo cultural e intelectual.

La crítica verdadera es siempre positiva ya que ella es en sí misma una obra, y no puede existir más que como pensamiento, imaginación y forma. La crítica nihilista conoce sólo palabras hinchadas y el peso práctico de la denotación.

Nuestra cultura socialista de los últimos ocho años, distinguida por las obras de Novomeský, Kundera, Sommer, Vyskočil, Tatarka y otros, me parece ser una crítica del nihilismo históricamente prominente, o, en otras palabras, una verdadera cultura, que devuelve el carácter concreto al hombre, el significado a las palabras, la humanidad a la tristeza y la progresividad social a la risa, la fantasía y la alegría. Contra esta cultura socialista positiva el nihilismo puede sólo proveer palabras vacías y gestos embarazosos.



[*] Texto editado originalmente en checo en Literární noviny. Nº 20, 16 de mayo de 1964. Formaba parte de un conjunto de entrevistas, bajo el título "Stav a perspektivy našeho umění", a diversas personalidades de la cultura checa, como Jiří Šotola, Milan Kundera, Vladimir Sommer, Vojtěch Jasný o Bohdan Kopecký.

Posteriormente, una versión ligeramente reducida fue incluida como "Culture against nihilism" en la antología de escritos de Kosík The crisis of modernity. Essays and observations from the 1968 Era. Maryland, Rowan & Littlefield Publishers, Inc. 1990. Pág. 103.

La presente traducción al castellano a partir de ambas ediciones corre a cargo de Gerard Marín Plana.

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